Prestación de Servicios Públicos
Subsecretaria General de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU-Habitat
Presidente de CGLU y Alcalde de Al-Hoceima
Directora General de The Shift y ex-Relatora Especial de la ONU sobre el derecho a una vivienda adecuada
Contexto
El brote de la COVID-19 parece haberse adueñado del mundo de la noche a la mañana. En cuestión de semanas, nos enfrentamos a una pandemia mundial sin precedentes, que obligó a más de 2.500 millones de personas a estar confinadas en sus casas, afectando drásticamente a nuestras actividades sociales y económicas. Cientos de miles de personas han sido infectadas por el virus y muchas han perdido la vida o han tenido que despedirse de una amistad o un familiar.
Al no contar con un manual previo para esta crisis, los gobiernos locales y regionales están teniendo que hacer frente a desafíos sin precedentes para mantener a la población segura, garantizar la prestación de servicios básicos y evitar un colapso económico. Una sola aldea, pueblo, ciudad o región no podrá hacer frente a este reto por sí sola. Con un espíritu de colaboración, solidaridad e intercambio de conocimientos, CGLU, Metrópolis y ONU-Hábitat han creado una comunidad virtual y viva para que los gobiernos locales y regionales intercambien ideas sobre cómo hacer frente a los múltiples desafíos que han surgido con la crisis. El resultado es una serie de Experiencias de Aprendizaje en Directo semanales que se realizaron de marzo a julio de 2020 y que reunieron a cientos de participantes, recopilando una gran cantidad de conocimientos e
1.4K
Más de 1.430 ciudades de todo el mundo se han visto afectadas por la COVID-19.
Retos
En plena crisis de COVID-19 es cada vez más evidente que la salud pública está directamente relacionada con muchos servicios públicos locales y que se necesitarán mayores inversiones. El mantenimiento de la infraestructura urbana y la prestación de otros servicios públicos (como la gestión de residuos, el transporte público, el acceso a la vivienda y el saneamiento) son también de suma importancia para mantener el bienestar de toda la ciudadanía y para respaldar estas medidas sanitarias. En ese sentido, garantizar la protección y el acceso a los bienes y servicios públicos a las personas más vulnerables es un reto clave durante el brote. Dado que los gobiernos locales y regionales tienen que hacer frente a las necesidades urgentes y dar respuestas rápidas, también se enfrentan al desafío de planificar medidas a medio y largo plazo para mitigar los efectos de la crisis. En ese sentido, el establecimiento de programas que tengan en cuenta a las personas más vulnerables, y por lo tanto más afectadas por la crisis social y económica que seguirá a la emergencia sanitaria, también debería estar en los planes de los gobiernos locales y regionales.
Necesidades
Las necesidades más urgentes de las ciudades y regiones se centran, lógicamente, en la sanidad y en garantizar la aplicación de medidas de distanciamiento social. En ese sentido, necesitan tener acceso a equipos, herramientas, formación y personal sanitario que puedan responder adecuadamente a las necesidades locales. Además, necesitan datos actualizados y acceso a recursos para mantener la provisión de otros bienes y servicios públicos y ajustar los niveles de servicio a los cambios de tendencias sin precedentes, como los cambios en la demanda de transporte público o las prestaciones de desempleo. A medida que los gobiernos locales y regionales planifican medidas urgentes, las comunidades más vulnerables (como las mujeres, los niños, los ancianos, las personas con discapacidad, los inmigrantes y los refugiados o los que viven y trabajan en ambientes informales) deben estar en el epicentro de la respuesta. Por último, los gobiernos locales y regionales también deben establecer un diálogo claro, coherente y transparente con las autoridades nacionales, las autoridades sanitarias y los agentes locales en lo que respecta a las medidas sanitarias para contener la propagación del virus. Sólo si los gobiernos nacionales y regionales trabajan de manera colaborativa podrán frenar la pandemia y reanudar las actividades económicas teniendo en cuenta a las comunidades más vulnerables.
Respuestas
La forma en que respondamos a la crisis será fundamental para construir las ciudades y comunidades del futuro. La colaboración, la solidaridad y el intercambio de conocimientos deben ser el núcleo de la respuesta de las ciudades y regiones a la crisis. Las ciudades tienen mucho que aprender de la forma en que sus «homólogos» están respondiendo a los desafíos urbanos en esferas que van desde la salud hasta el género, la cultura o la tecnología.
Con ese fin, la Asociación Mundial de las Grandes Metrópolis (Metrópolis) y la Alianza Eurolatinoamericana de Cooperación entre Ciudades (AL-LAs), con el apoyo de CGLU y ONU-Hábitat, han creado la plataforma Cities4GlobalHealth, una plataforma que reúne casos de administraciones locales de todo el mundo sobre cómo abordar mejor los desafíos sin precedentes que surgieron con el brote de COVID-19. Le invitamos a explorar más de 600 respuestas de casi 100 ciudades de todo el mundo: https://www.citiesforglobalhealth.org/
Puntos Clave
- Si bien luchar contra la COVID-19 implica un distanciamiento social y permanecer en casa, ha surgido un sentido de comunidad y de conectividad global que deberíamos adoptar como el enfoque adecuado para responder a la crisis. La idea de que todos estamos luchando contra una amenaza común y que la conducta individual es clave para mantener segura a la comunidad debería inspirarnos para colaborar y compartir conocimientos y herramientas para responder a la pandemia.
- Los proveedores de servicios públicos están al frente de la crisis, arriesgando sus vidas para proteger a la comunidad. El trabajo que realizan, que es la columna vertebral de nuestras sociedades, finalmente está siendo ampliamente reconocido. Éste es el momento de aprovechar toma de conciencia por parte de las sociedades y pedir más recursos para proporcionar condiciones de trabajo seguras y decentes a estos trabajadores y trabajadoras ahora y más allá del brote.
- La pandemia ha puesto la mira en las desigualdades que ya existían. Ha expuesto a las comunidades vulnerables a una situación aún más crítica, ha aumentado la violencia doméstica y está abocada a tener un enorme impacto económico en las personas que viven y trabajan en el sector informal. La crisis debe considerarse como una oportunidad para abordar los cambios sistemáticos que se necesitan para que nuestras sociedades sean más inclusivas, sostenibles y equitativas.
- La ciencia, la cultura y la tecnología han ganado protagonismo en la agenda política. Ahora, más que nunca, necesitamos soluciones basadas en datos y utilizar todas las herramientas técnicas disponibles para dar respuestas eficaces en materia de salud, teniendo en cuenta la brecha digital. Necesitamos la creatividad y la innovación fruto de experiencias culturales para redefinir nuestro mundo después de la COVID-19.
Beyond
The Outbreak
Sí, la crisis ha expuesto, en muchos sentidos, lo peor de nuestra estructura socioeconómica. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas, la violencia de género, la falta de acceso a los bienes y servicios públicos, la falta de recursos públicos y muchas otras deficiencias en las ciudades y naciones de todo el mundo. Pero también está sacando a la luz lo mejor de nuestras sociedades. Nunca antes habíamos visto tantos ejemplos de solidaridad, apoyo entre nuestros vecinos y vecinas, o entre las personas que viven en el otro lado del mundo pero que se enfrentan a los mismos desafíos que nosotros y nosotras. Tampoco habíamos tenido acceso a tantos contenidos informativos y de entretenimiento gratuitos en línea. Nos llevará mucho tiempo abordar todos los efectos sanitarios, sociales y económicos de la crisis, pero a medida que lo hagamos, podremos aprovechar esta nueva conectividad, este intercambio de conocimientos y este espíritu de comunidad para abordar los apremiantes desafíos que ya eran urgentes antes de la crisis.
Reconstruyendo
Mejor
El Decálogo de CGLU
“La solidaridad se ha convertido en un faro de seguridad, y debe guiar las transformaciones que necesitamos. Los sacrificios de nuestras comunidades no pueden pasar desapercibidos. A medida que avanzamos en la lucha contra los desafíos sanitarios, que actualmente merecen toda nuestra atención, debemos también centrarnos en cómo evitar la transformación de una crisis sanitaria en una crisis social global.»
Lee el Decálogo de CGLU para la era posterior a la COVID-19, una compilación de las ideas fundamentales que guiarán los líderes y lideresas de los gobiernos locales y regionales de todo el mundo en sus esfuerzos por reconstruir comunidades más resilientes, inclusivas y sostenibles mediante la solidaridad y la renovación del sistema multilateral.
Recursos
Para obtener más información sobre el tema de la prestación de servicios públicos y su impacto en las ciudades y regiones, consulte los recursos relacionados que se incluyen a continuación.
- La página de CGLU sobre las Experiencias de Aprendizaje en Directo
- La Iniciativa Cities for Global Health de Metropolis