Sistemas
alimentarios
Alcalde de Valencia
Directora, División de Asociaciones, FAO
Secretaria general de CGLU
Contexto
El mundo se enfrenta al enorme reto de mejorar los sistemas alimentarios, así como de garantizar una alimentación segura y saludable para todos. Por un lado, el hambre en el mundo ha empezado a aumentar desde el año 2015, tras muchas décadas en las que había disminuido. Por otro lado, el sobrepeso, la obesidad y los problemas crónicos de salud relacionados con estas condiciones siguen aumentando en todo el mundo. Según la ONU, «el hambre y la malnutrición son los mayores riesgos para la salud en todo el mundo, más que el SIDA, el paludismo y la tuberculosis juntos«. El problema es especialmente dramático en África, donde la desnutrición afecta a casi el 20 % de la población, aunque en otras regiones en desarrollo, como América Latina y Asia occidental, la desnutrición también está aumentando.
La pandemia no ha hecho más que exacerbar la crisis alimentaria, ya que las comunidades más pobres y aisladas sólo tienen acceso a alimentos de peor calidad, lo que pone de manifiesto la debilidad de nuestros sistemas de producción y distribución de alimentos. Una gran parte de la población ha visto cómo ha empeorado el acceso a alimentos de calidad. La transformación del sistema alimentario, y el papel de las ciudades en él, se está afianzando en la era urbana y aún más en la pandemia. Si bien se trata de un problema mundial que requiere la coordinación de múltiples actores incluyendo todos los niveles de gobierno, los gobiernos locales y regionales desempeñan un papel fundamental para garantizar la democracia alimentaria, en particular a las comunidades más vulnerables. La producción y distribución de alimentos no debe atender exclusivamente a los intereses del mercado, sino que debe centrarse en las necesidades de la ciudadanía en materia de nutrición y bienestar. Si bien la pandemia exige respuestas urgentes para los problemas inmediatos de escasez de alimentos, también es el momento de replantear nuestros sistemas alimentarios y de trabajar en favor de una distribución más equitativa y universal de los alimentos junto con la promoción de hábitos alimentarios más saludables.
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Se estima que más de 2.000 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso regular a alimentos seguros y nutritivos y que además se enfrentan a la insuficiencia de los mismos.
Retos
Dado que el brote de COVID-19 ha exacerbado la crisis alimentaria en todo el mundo, las autoridades locales deben asumir un papel más activo para abordar la cuestión, ya que debemos pasar de considerar las ciudades como consumidoras de alimentos a convertirlas en verdaderos actores del sistema de producción. Dado que las ciudades aspiran a ser más sostenibles, replantearse la forma en que las urbanizaciones gestionan la producción y la distribución de alimentos será un reto fundamental que habrá que abordar desde una perspectiva ambiental y sanitaria. Durante la pandemia, las ciudades también se enfrentan al reto de asegurar la infraestructura adecuada para mantener la producción y distribución de alimentos, a la vez que promueven medidas sanitarias para proteger a quienes participan en esas actividades. También deben ser conscientes de la forma en que las medidas de aislamiento afectan al acceso a los alimentos: muchos niños, por ejemplo, dependen de las comidas que les proporcionan sus escuelas, que podrían estar cerradas durante meses. Tras la crisis, cuando muchas comunidades vulnerables se enfrenten a las repercusiones de la caída económica causada por el brote, las ciudades tendrán que revisar sus políticas para asegurarse de que todas las comunidades tengan acceso a alimentos nutritivos y saludables. Una de las formas de abordar este problema podría ser mediante bonos de alimentos para las familias más pobres o de transferencias en efectivo que garanticen los medios para que las familias adquieran los bienes básicos.
Necesidades
Los y las participantes de LLE señalaron que, durante y después de la pandemia, los gobiernos locales y regionales deben disponer de datos sobre los hábitos alimenticios de las comunidades para crear políticas y programas específicos que respondan a sus necesidades. Las ciudades y regiones también deben satisfacer las necesidades de los pequeños productores de alimentos y asegurarse de que pueden continuar con sus actividades, ya que son una fuente importante de suministro de alimentos para la población, y de que sus ingresos se mantienen durante la crisis. Abrumados por los gastos excepcionales para hacer frente a los numerosos problemas urbanos que han surgido con la crisis sanitaria, los gobiernos locales y regionales también necesitarán fondos para garantizar el acceso a los bienes básicos como los alimentos a toda la ciudadanía. El Programa Mundial de Alimentos ha hecho un llamamiento a los gobiernos para que aporten 4.900 millones de dólares de los EE.UU. en concepto de financiación, lo que constituye la mayor movilización de la historia de la organización.
Respuestas
Gennevilliers está aplicando medidas, entre ellas, proveer con un bono de alimentos a aquellas familias modestas, y tratar de garantizar el acceso a alimentos de calidad para las familias sin recursos
ICLEI África organiza el mes africano de CITYFOOD, una iniciativa lanzada en colaboración con la FAO y RUAF para destacar los sistemas alimentarios urbanos africanos diversos, innovadores y en evolución
Conozca cómo Valencia está promoviendo la ampliación de las becas comedor durante el confinamiento así como las iniciativas de educación alimentaria
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Gennevilliers está aplicando medidas, entre ellas, proveer con un bono de alimentos a aquellas familias modestas, y tratar de garantizar el acceso a alimentos de calidad para las familias sin recursos
El ICLEI África ha creado el mes africano de CITYFOOD, una iniciativa en colaboración con la FAO y la RUAF para destacar los sistemas alimentarios urbanos africanos diversos, innovadores y en evolución
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Puntos clave
- Las autoridades locales deben incluir la producción y distribución de alimentos en su enfoque para garantizar la promoción de ciudades sostenibles. El fomento de modelos de proximidad y la creación de infraestructuras que reduzcan al mínimo el desperdicio de alimentos y garanticen el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos y todas es un componente clave de la sostenibilidad urbana.
- Durante y después de la pandemia, las ciudades deben asegurarse de que las comunidades más vulnerables, aquellas que tienen más probabilidades de verse afectadas económicamente por la crisis, dispongan de los medios para acceder a alimentos sanos. Esto podría abordarse mediante transferencias en efectivo, cupones o bancos de alimentos, por ejemplo.
- La solidaridad, particularmente durante la pandemia, podría constituir una forma de abordar los problemas inmediatos de suministro de alimentos. Las autoridades locales pueden fomentar la solidaridad creando plataformas en las que la ciudadanía pueda compartir información y organizarse o proporcionar la infraestructura -como el transporte o el espacio de almacenamiento- para permitir respuestas dirigidas por la sociedad civil.
- Al igual que los consumidores, los productores de alimentos que tienen más probabilidades de verse afectados por la crisis económica deben recibir apoyo. Mientras que sus fuentes de ingresos están en riesgo, son actores clave para ayudar a construir modelos de consumo más sostenibles y basados en la proximidad después de la crisis.
Más allá
de la pandemia
Tras sufrir las medidas de aislamiento impuestas con el brote de COVID-19, muchos productores, distribuidores de alimentos y restaurantes están colaborando para encontrar soluciones innovadoras que lleguen a los consumidores. En los Países Bajos, por ejemplo, un mercado local se asoció con una herramienta en línea para crear «La caja de alimentos», en la que los consumidores pueden hacer pedidos directamente a los agricultores locales —que se vieron muy afectados por el cierre de los restaurantes— y obtener alimentos locales frescos. Los mercados belgas han adoptado un enfoque similar, utilizando herramientas digitales para facilitar la compra en línea en un modelo de «click and collect». Las autoridades locales deberían tomar nota de la forma en que la sociedad civil y el sector privado están respondiendo a la crisis, ya que algunas de esas iniciativas podrían constituir soluciones duraderas para promover un enfoque más sostenible de los sistemas alimentarios.
Reconstruyendo mejor
El Decálogo de CGLU
«Un enfoque territorial de los sistemas alimentarios debe garantizar, no sólo la seguridad, sino también modelos de mayor sostenibilidad en los que muchos de los pequeños productores y procesadores, siendo respetuosos con el medio ambiente, devuelvan la vida a nuestros territorios y fomenten la creación de empleo y el desarrollo local.»
Recursos
Para obtener más información sobre el tema de seguridad alimentaria y su impacto en las ciudades y regiones, consulte los recursos relacionados que se incluyen a continuación.
- La Declaración Política de Durban
- Comunidad de Prácticas de Seguridad Alimentaria de CGLU
- Regiones de Francia estudian con RESOLIS la transición de la alimentación y la agricultura
- La FAO dedicó una página al COVID-19 con diferentes recursos
- La empresa pública y privada AgroKawsay del Azuay desempeña un papel fundamental al reunir a los productores y consumidores locales en los mercados agroecológicos.
- Red de Mujeres y Hábitat de América Latina
- #AfricanCITYFOODMonth promovido por ICLEI Africa City Food Network